La melé IV, giros y
sincronización.
Giros.
Aspectos reglamentarios.
La
regla del “juégala o piérdela” implica que los atacantes deban trabajar sobre
un estricto control de la conducción y estabilidad de la melé.
No
permitir girar más de 90º, implica evitar giros incontrolados con la
consecuente pérdida de la posesión
La
obligatoriedad de que la tercera línea se mantenga unida a la melé hasta que
finaliza es un factor determinante para los planes estratégicos de ambos
equipos.
Aspectos mecánicos.
La
melé es una masa formada por dos grupos de jugador@s que generan fuerzas
dinámicas y que entre sí son antagonistas. Si consideramos la posición
reglamentaria de los jugador@s de la primera línea de cada melé, las cabezas de
los pilares izquierdos (nº 1) de cada equipo están libres, fuera de la melé.
Esta colocación hará que la melé tenga una tendencia natural al giro en sentido
de las agujas del reloj: la razón puede encontrarse en el par de fuerzas que
producen. El giro puede producirse de una manera espontánea o provocada como un
elemento táctico por parte de alguno de los dos equipos.
Tipos de giros.
Giro empujando sobre el 1 (giro natural)
Desde
el punto de vista defensivo permite acercar el@ 9 defensor a la salida de la
pelota, creando mucha presión y dificultad en su utilización.
Desde
el punto de vista del ataque, permite tener implicado al@ 9 defensor así como a
la tercera línea contraria (especialmente al 7 y 8), y evitar que estos
defiendan directamente sobre jugador@s no participantes en la melé.
Giro empujando sobre el 3 (giro óptimo)
Se
fuerza el giro hacia el lado contrario de las agujas del reloj. Requiere un
gran trabajo de coordinación de l@s jugador@s de la melé. Mientras los de la
derecha de la melé (1-6-4) aguantan, los de la izquierda (3-5-7) han de empujar
sobre el contrario.
Desde
el punto de vista defensivo, si se provoca un giro rápido, puede crear muchos
problemas del control del nº 8 con el balón, y al mismo tiempo aumenta las
posibilidades de que el equipo atacante no controle el giro, con la consecuente
recuperación de la posesión del balón.
Desde
el punto de vista ofensivo aproxima la pelota a la línea de ventaja, alejando
la presión defensiva de la salida de la melé.
Sincronización.
Actitud colectiva.
Asegurar
una posesión de calidad y dificultar al máximo las introducciones contrarias.
Discriminar
y determinar la estrategia en función del lugar donde se produce la melé.
L@s
ocho jugador@s deben estar convencidos de lo que están haciendo.
En
términos emocionales, una melé empieza cuando el árbitro señala la misma.
Llegar
antes que el adversario, es un síntoma de aceptarlo como un reto permanente.
La entrada en la melé.
El@
árbitro es quien marca los 3 tiempos (Posición – Tocar – Entren), a pesar de
ello, es imprescindible determinar un@ líder que marque las acciones
colectivas.
Melé
a favor: contacto primero del 3, después del 2 y finalmente del 1 con los
adversari@s, esto puede favorecer que la melé en ataque esté mejor orientada
para el talonaje. El “timing” entre el medio de melé y el talonador@.
Melé
en contra: intentar conseguir una entrada primero con un contacto del 1,
seguido del 2 y después del 3. La orientación del 2 atacante resulta en el
sentido contrario al de introducción.
Coordinación
del empuje: Uno de los puntos clave en cada melé. Coordinación de inspiración -
espiración.
Cuando
va a salir el balón de la melé, debemos pegar el último golpe de empuje, así
obligamos a los terceras a tardar en salir para defender.