jueves, 30 de octubre de 2014

La melé IV, giros y sincronización.

La melé IV, giros y sincronización.
Giros.
Aspectos reglamentarios.
La regla del “juégala o piérdela” implica que los atacantes deban trabajar sobre un estricto control de la conducción y estabilidad de la melé.
No permitir girar más de 90º, implica evitar giros incontrolados con la consecuente pérdida de la posesión
La obligatoriedad de que la tercera línea se mantenga unida a la melé hasta que finaliza es un factor determinante para los planes estratégicos de ambos equipos.
Aspectos mecánicos.
La melé es una masa formada por dos grupos de jugador@s que generan fuerzas dinámicas y que entre sí son antagonistas. Si consideramos la posición reglamentaria de los jugador@s de la primera línea de cada melé, las cabezas de los pilares izquierdos (nº 1) de cada equipo están libres, fuera de la melé. Esta colocación hará que la melé tenga una tendencia natural al giro en sentido de las agujas del reloj: la razón puede encontrarse en el par de fuerzas que producen. El giro puede producirse de una manera espontánea o provocada como un elemento táctico por parte de alguno de los dos equipos.
Tipos de giros.
Giro empujando sobre el 1 (giro natural)
Desde el punto de vista defensivo permite acercar el@ 9 defensor a la salida de la pelota, creando mucha presión y dificultad en su utilización.
Desde el punto de vista del ataque, permite tener implicado al@ 9 defensor así como a la tercera línea contraria (especialmente al 7 y 8), y evitar que estos defiendan directamente sobre jugador@s no participantes en la melé.
Giro empujando sobre el 3 (giro óptimo)
Se fuerza el giro hacia el lado contrario de las agujas del reloj. Requiere un gran trabajo de coordinación de l@s jugador@s de la melé. Mientras los de la derecha de la melé (1-6-4) aguantan, los de la izquierda (3-5-7) han de empujar sobre el contrario.
Desde el punto de vista defensivo, si se provoca un giro rápido, puede crear muchos problemas del control del nº 8 con el balón, y al mismo tiempo aumenta las posibilidades de que el equipo atacante no controle el giro, con la consecuente recuperación de la posesión del balón.
Desde el punto de vista ofensivo aproxima la pelota a la línea de ventaja, alejando la presión defensiva de la salida de la melé.
Sincronización.
Actitud colectiva.
Asegurar una posesión de calidad y dificultar al máximo las introducciones contrarias.
Discriminar y determinar la estrategia en función del lugar donde se produce la melé.
L@s ocho jugador@s deben estar convencidos de lo que están haciendo.
En términos emocionales, una melé empieza cuando el árbitro señala la misma.
Llegar antes que el adversario, es un síntoma de aceptarlo como un reto permanente.
La entrada en la melé.
El@ árbitro es quien marca los 3 tiempos (Posición – Tocar – Entren), a pesar de ello, es imprescindible determinar un@ líder que marque las acciones colectivas.
Melé a favor: contacto primero del 3, después del 2 y finalmente del 1 con los adversari@s, esto puede favorecer que la melé en ataque esté mejor orientada para el talonaje. El “timing” entre el medio de melé y el talonador@.
Melé en contra: intentar conseguir una entrada primero con un contacto del 1, seguido del 2 y después del 3. La orientación del 2 atacante resulta en el sentido contrario al de introducción.
Coordinación del empuje: Uno de los puntos clave en cada melé. Coordinación de inspiración - espiración.

Cuando va a salir el balón de la melé, debemos pegar el último golpe de empuje, así obligamos a los terceras a tardar en salir para defender.


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