viernes, 6 de diciembre de 2013

"Descubrición"

"Descubrición":
Como he comentado en otras publicaciones, el rugby de hoy en día, no es el rugby del esternón, debe ser un juego más dinámico, con más continuidad, donde el jugador intenta atacar el intervalo que hay entre dos jugadores defensores, nunca ir directamente a chocar y con ello "para el juego", solo cuando por necesidades del juego así lo requieren o porque el defensor nos palca, y así lo provoca. Pero ello, puede suponer, como muchos dicen acertadamente, un punto de continuidad (un ruck o maul), para desde esa situación comenzar una nueva fase de juego. Este punto de continuidad, puede ser necesario para reagrupar la defensa, cuando está desplegada y esta consigue que la cantidad de intervalos sea menor. Con el punto de continuidad y la reagrupación de la defensa, se crean esos intervalos necesarios para conseguir un juego más continuo, mucho más dinámico. Con ello, también jugamos con el espacio, quizá otra de las palabras importantes del rugby del hoy en día, jugar con el espacio. Aprovechar todo el campo, y con ello abrir intervalos.
Para conseguir ese juego, como siempre, cada entrenador, cada jugador, que quiera seguir esta línea de juego, tendrá su manera de conseguirlo. Aunque hoy en día, una de las vías con mejores resultados, sea que el mismo jugador sea el que va descubriendo (descubrición) el juego, el entrenador es un mero "moderador o guía", de los verdaderos protagonistas, que son los jugadores. En los entrenamientos, mediante los ejercicios propuestos por parte del entrenador, son los mismos jugadores que descubren para que es ese ejercicio, que se quiere conseguir con esta propuesta, Descubrición + comunicación = solución. Con ello el aprendizaje es exponencial, es mucho más rápido y sobre todo efectivo. Además con ello, el mismo jugador va conociendo todos los problemas que se podrá encontrar en un partido y las mejores soluciones para resolverlo, Descubrición = interacción + percepción. También conseguimos que el jugador aprenda a tener iniciativa para ir resolviendo todo lo que va pasando en un encuentro, le damos independencia de resolución. Ello puedo parecer que va en perjuicio del entrenador, pero es todo contrario, el aprendizaje de este también es mucho mayor. No debemos pensar que con ello, el entrenador ya no es necesario, al contrario su función, si cabe, es mucho más importante, por ser el que va proponiendo el juego y los ejercicios. Es el que se tiene que estrujar la cabeza ante la problemática que le pueden plantear sus pupilos. Además, el trabajo antes y después de los entrenamientos es mucho mayor y exigente, ya que la mejora del jugador, lleva inevitablemente, a mejorar lo entrenamientos y por ello el entrenador.
Todo ello, considerando que el resultado de un partido, es un mal menor, no nos debe importar. Con la mejora de los jugadores, habrá una mejora del juego y con ello los resultados llegaran cuando tengan que llegar. Pero nos debe importar mucho, muchísimo, hasta la extenuación, la formación del jugador, y con  ello la del equipo y el club, y al final el rugby.
Esta "descubrición", del cual yo soy un "hooligan",  como todas las cosas, tiene su pero. Es muy simple, tener jugadores, que no les interesa para nada aprender (no hay peor ciego que el que no quiere ver). Si nos encontramos con un grupo de jugadores donde el aprendizaje, ya sea por descubrición u otro sistema, no les interesa para nada, entones hay pocas cosas que hacer. El tiempo pone a cada uno en su sitio, y este tipo de jugadores lo único que consiguen es quedarse estancados siempre en la misma dinámica y en el mismo nivel de juego. Normalmente, ese tipo de jugador es un fanático del rugby del esternón, y su mejora a lo largo de los años es mínima.

Es tarea de los entrenadores, el establecer el sistema de enseñanza del rugby, pero es “obligación” de los jugadores el querer aprender. Con ello mejoramos nuestro rugby.

domingo, 18 de agosto de 2013

El rugby del esternón II.

El rugby del esternón II.
Los que estamos inmersos en esto del balón ovalado, debemos ambicionar mucho más, hemos de tener como objetivo el jugar mejor, el entrenar mas duro, el prepara los entrenamientos con más profesionalidad, el presidir con más visión de futuro, etc. No ser conformistas y, pretender que cada año el torneo de rugby 7 que organicemos, sea mejor que el anterior, que nuestra participación en la competición, sea más provechosa. No solo miraremos la parte económica, sino en la deportiva y la social. También nos debemos a la sociedad, y el rugby siempre ha sido y entiendo que debe ser así en el futuro, un enorme ayuda para todos, debe aportar su “granito” de arena, intentando que a través del rugby, se puedan beneficiar cuantos más mejor. Por ello, hemos de mejorar ese aspecto, cada año aportar algo más, ya sea en la competición, torneos, etc. Pero con la práctica del deporte, muchos jóvenes pueden encontrar amistad, apoyo, respeto, etc. Pero quizá una de las cosas más importantes, es que se sientan importantes dentro del club y el equipo, porque el rugby si tiene una virtud es esa, que todos somos importantes. Para conseguirlo, debemos de desterrar la frase que habitualmente se utiliza “que se divierta”, uno si hace algo y es divertido, pues muy bien, pero cosas divertidas hay muchas y muy baratas, lo que debemos conseguir es que cuando practique el rugby “DISFRUTE”, entonces seguro que regresará otro día. Sé que es difícil, mejor dicho muy difícil, pero una de las claves, es no ser conformistas, querer que cada día sea mejor, diferente al anterior, ambicionar más y que como todos somos importantes, no se puede prescindir de nadie. La experiencia de los más veteranos, nunca debe ignorarse, y este quizá es uno de nuestros grandes errores, que los que llevan muchos años detrás del rugby, muchas veces, por diferentes circunstancias, son despreciados, su veteranía es muy importante, ellos pueden aportar su experiencia para conseguir que cada día prospere el rugby. Respetar sus conocimientos, que son muchos, muy buenos y muy interesantes, no escudarse en la frase hecha y muy utilizada “Su rugby es antiguo”, como si los conocimientos de los que utilizan esa frase, fueran los de un All Black, aunque lo más triste, es que todos ellos se van a encontrar más pronto que tarde en sus mismas circunstancias de veteranía, y yo me digo, para enseñar a pasar bien un balón, qué más da ser más o menos veterano, solo hay una manera y es enseñando a pasar bien y que el “melón” no se caiga al suelo.
Para todo ello, basta con fijarse en el reglamento, donde habla de los valores fundamentales del rugby, las grandes armas que tenemos a nuestro alcance para conseguir la mejora cada día; INTEGRIDAD, PASIÓN, SOLIDARIDAD, DISDCIPLINA Y RESPETO. Apenas 13 páginas, donde se definen estos aspectos tan importantes. Para mi debería ser de obligada lectura para todos.

Bueno, por mi parte, la intención es no estancarme y además de formarme continuamente, no ser conformista y ambicionar mucho más.

miércoles, 31 de julio de 2013

El rugby del esternón I.

El rugby del esternón I.
Hoy en día, mucho del juego en el rugby que se practica se le llama el rugby del esternón, es decir, agarro el balón y voy a chocar contra el contrario, haber si le parto el esternón. Parece que dibujamos una diana en el pecho de ese jugador.
Cada uno es libre de juzgarlo, y de jugarlo, pero me resulta tedioso. Creo que debemos ser más ambiciosos, no ser conformistas, desde los directivos, jugadores, entrenadores, etc. Hemos de procurar otro rugby, es obvio, que no podemos compararnos con los All Blacks, ni Inglaterra, etc. Pero el juego de hoy en día, es absolutamente antagónico al rugby del esternón. El juego es mucho más dinámico, más continuo, donde la prioridad es el pase y la continuidad del juego. Si queremos mejorar el rugby que jugamos, hemos de ambicionar ese juego, no importa fijarse en lo All Blacks, desde el club más pequeño hasta el más grande. No vale, la cantinela "eso es para los grandes equipos", desde nuestra pequeña parcela, debemos intentar cambiar esa dinámica de juego, desde la base, desde los cimientos, hemos de construir poco a poco, paso a paso, pero sin pausa, ese rugby diferente.
Considero que para conseguir ese cambio, los entrenadores deben ser los primeros en aplicar lo necesario para activar el cambio, ellos deben mejorar su formación, que además debe ser continua. Pero el conjunto de aficionados, directivos, etc., también deben ambicionar ese rugby. Ahora en el caso de los jugadores, la iniciativa de sus entrenadores les ha de llevar a aceptar el cambio y reconocer la necesidad de mejoría, de aprendizaje. Quizás ellos son los más conformistas, y su objetivo es continuar con lo que hacen todas las semanas, entreno y juego como siempre, los cambios  no son bien recibidos. Si siempre hago lo mismo, nunca mejorare mi situación, siempre seremos los mismos que jugamos al rugby y siempre contra los mismos. Los entrenadores deben ser valientes, y ante los cambios, es posible que muchos jugadores no los acepten, pero su persistencia hará que con el tiempo (no muy lejano) todos comprendan y vean la mejoría de ese rugby y lo necesaria que es. Hacer lo contrario, es pan para hoy y mucha hambre para mañana. Los directivos también demostraran su valentía al apoyar a los entrenadores de sus equipos, cuando esos trabajen en pos de un juego más vistoso.
En la filosofía del rugby, va el querer mejorar, el ser ambicioso, y sobretodo el ser humilde y reconocer el nivel que tiene cada uno, y con ello empezar el aprendizaje, para día a día ser mejor jugador, ser mucho mejor rugbier.

Muchos dicen que para estar en el rugby, uno debe tener un gen atrofiado, yo lo afirmo, pero esa atrofia, en realidad, es la filosofía del rugby; respeto, ambición de mejora, humildad, compromiso........... A ello nos debemos poner a trabajar, y con el esfuerzo de todos, el salto en el juego del rugby será exponencial.