La motivación III
Este será el 3 capitulo de la motivación y el último, y lo quiero centrar en la motivación que también deben dar, y estoy muy convencido de ello, los jugadores a sus entrenadores, estos son una pieza importante de un equipo, y por ello, también necesitan una motivación para seguir trabajando para el equipo. La gran diferencia entre el jugador y el entrenador, es que el primero juega por placer y el otro trabaja, ciertamente en algo que también es un placer pero end definitiva es un trabajo.
Llegar a un entrenamiento y que la asistencia sea máxima es motivador, que la actitud sea la apropiada, levanta el ánimo, y todo ello, inevitablemente, repercute en la calidad de los entrenamientos, en la mejora de los jugadores, y finalmente que el equipo cada día crece y juega mejor.
La motivación es de ida y vuelta, entre los jugadores y entrenadores, pero aún me atrevería a añadir algo más, también es de ida vuelta con los directivos, con el público, etc. Cierto es que, es normal que durante la temporada haya momentos donde las cosas no salen como uno ha planteado o piensa, pero en esos momentos es donde todos tienen que remar juntos, como un equipo de rugby, si hay una base motivadora entre todos, el superar esos “bajones” es mucho más fácil.
Soy un defensor a ultranza, de los entrenamientos psicológicos, hoy en día la psicología es muy importante. Ya he dicho que ni soy psicólogo y no quiero serlo, pero trabajar la psicología, o la motivación el palpar como están los ánimos en cada uno de los jugadores y en el equipo es fundamental, y el organizar sesiones de entrenamiento donde se fortalezca el compañerismo el trabajo en equipo es prioritario. Recordemos que el trabajo en equipo es uno de los valores del rugby. Pienso que un sábado donde el equipo no tiene partido, organizar una barbacoa donde todos los jugadores puedan relacionarse en otro ámbito que no sea un entrenamiento o un partido, es obligatorio hacerlo.
Para resumir, prescindir de la psicología deportiva es un error, y hoy en día, esta es una de las grandes armas que puede tener un entrenador.
