viernes, 2 de abril de 2021

Entrenar en el rugby base.

 Entrenar en el rugby base.

Considero que cuando uno es entrenador, la formación y el reciclaje de uno mismo, debe hacerse de forma continua. Uno debe actualizarse de forma constante, y esto creo que aún es mas importante cuando estas trabajando con el rugby base. Todo esto a uno le ayuda a mejorar como entrenador y con ello, preparar mejores sesiones de entrenamiento, y a que los jugadores de su equipo cada vez adquieran mejor los fundamentos básicos del rugby.

La primera premisa que se debe tener claro, es el jugar, los niños lo que quieren es jugar, jugar y jugar. Debemos considerar que el jugador es una persona y lo que debemos fortalecer es su formación. Debemos huir de manera muy rápida, de la competitividad, del ganar lo es todo, debemos incidir en el que los niños quieren jugar. Y por medio del jugar, el niño debe adquirir las destrezas del rugby. 

Estos días estoy aplicando a rajatabla esta idea, incluso con los jugadores del equipo senior, y el aprendizaje es notablemente más rápido. Pero si además de primar el jugar, dejas que los mismos jugadores vayan descubriendo las opciones, las posibles soluciones que les pueda plantear el mismo juego, en ese momento, lo que adquieren es para siempre. De la otra manera, uno tiene que repetir el mismo gesto o la misma solución durante mucho tiempo, para que puedan aprenderlo, y aún así en algunos casos, no es del todo seguro que suceda así.

Volviendo al rugby base, los niños practican un deporte sí se divierten, y para divertirse tienen que jugar, sí a la vez aprenden y pueden aplicar dicho aprendizaje, y que se sientan capacitados para jugar, mucho mejor, y si además lo hacen con sus amigos, hace que el niño quiera seguir practicando el rugby. El remate se produce cuando la actitud de los padres y los entrenadores es positiva. Por lo contrario, cuando se prima el ganar, el competir, el practicar como si fueran unos profesionales, con altas exigencias por parte de los padres y con entrenadores que solo utilizan a los “mejores” para conseguir el objetivo de ganar, todo ello, facilita que el niño deje de practicar en el rugby.  

Esto es aplicable a cualquier deporte, nunca debemos dejar de tener el jugar como objetivo primordial, es más como único objetivo, lo demás vendrá sobrellevado por los juegos planteados en las sesiones de entrenamientos, por la diversión de los niños en los días de partido. Basta con mirar las caras de los niños después de un entrenamiento o después de un encuentro, su sonrisa lo delata todo, y si continuan asistiendo a los entrenamientos, hará que tengas una demostración de que uno hace bien su trabajo. Nosotros como entrenador, debemos buscar en nuestro interior al niño que todos llevamos para que también juegue, y se divierta, porque ello será garantía que las sesiones que preparemos darán mayor disfrute a los niños.

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