"Descubrición":
Como he comentado en otras publicaciones, el rugby de hoy en
día, no es el rugby del esternón, debe ser un juego más dinámico, con más
continuidad, donde el jugador intenta atacar el intervalo que hay entre dos
jugadores defensores, nunca ir directamente a chocar y con ello "para el
juego", solo cuando por necesidades del juego así lo requieren o porque el
defensor nos palca, y así lo provoca. Pero ello, puede suponer, como muchos
dicen acertadamente, un punto de continuidad (un ruck o maul), para desde esa
situación comenzar una nueva fase de juego. Este punto de continuidad, puede
ser necesario para reagrupar la defensa, cuando está desplegada y esta consigue
que la cantidad de intervalos sea menor. Con el punto de continuidad y la
reagrupación de la defensa, se crean esos intervalos necesarios para conseguir
un juego más continuo, mucho más dinámico. Con ello, también jugamos con el
espacio, quizá otra de las palabras importantes del rugby del hoy en día, jugar
con el espacio. Aprovechar todo el campo, y con ello abrir intervalos.
Para conseguir ese juego, como siempre, cada entrenador, cada
jugador, que quiera seguir esta línea de juego, tendrá su manera de
conseguirlo. Aunque hoy en día, una de las vías con mejores resultados, sea que
el mismo jugador sea el que va descubriendo (descubrición) el juego, el entrenador es un mero "moderador o guía",
de los verdaderos protagonistas, que son los jugadores. En los entrenamientos,
mediante los ejercicios propuestos por parte del entrenador, son los mismos
jugadores que descubren para que es ese ejercicio, que se quiere conseguir con
esta propuesta, Descubrición + comunicación
= solución. Con ello el aprendizaje es exponencial, es mucho más rápido y sobre
todo efectivo. Además con ello, el mismo jugador va conociendo todos los
problemas que se podrá encontrar en un partido y las mejores soluciones para
resolverlo, Descubrición = interacción + percepción. También conseguimos que el
jugador aprenda a tener iniciativa
para ir resolviendo todo lo que va pasando en un encuentro, le damos
independencia de resolución. Ello puedo parecer que va en perjuicio del
entrenador, pero es todo contrario, el aprendizaje de este también es mucho
mayor. No debemos pensar que con ello, el entrenador ya no es necesario, al
contrario su función, si cabe, es mucho más importante, por ser el que va
proponiendo el juego y los ejercicios. Es el que se tiene que estrujar la
cabeza ante la problemática que le pueden plantear sus pupilos. Además, el
trabajo antes y después de los entrenamientos es mucho mayor y exigente, ya que
la mejora del jugador, lleva inevitablemente, a mejorar lo entrenamientos y por
ello el entrenador.
Todo ello, considerando que el resultado de un partido, es un
mal menor, no nos debe importar. Con la mejora de los jugadores, habrá una mejora
del juego y con ello los resultados llegaran cuando tengan que llegar. Pero nos
debe importar mucho, muchísimo, hasta la extenuación, la formación del jugador, y con
ello la del equipo y el club, y al final el rugby.
Esta "descubrición", del cual yo soy un
"hooligan", como todas las
cosas, tiene su pero. Es muy simple, tener jugadores, que no les interesa para
nada aprender (no hay peor ciego que
el que no quiere ver). Si nos encontramos con un grupo de jugadores donde el
aprendizaje, ya sea por descubrición u otro sistema, no les interesa para nada,
entones hay pocas cosas que hacer. El tiempo pone a cada uno en su sitio, y
este tipo de jugadores lo único que consiguen es quedarse estancados siempre en
la misma dinámica y en el mismo nivel de juego. Normalmente, ese tipo de
jugador es un fanático del rugby del esternón, y su mejora a lo largo de los
años es mínima.
Es tarea de los entrenadores, el establecer el sistema de
enseñanza del rugby, pero es “obligación” de los jugadores el querer aprender.
Con ello mejoramos nuestro rugby.