LA PLANIFICACIÓN.
Cuando
uno, como entrenador@, empieza a entrenar a un equipo, quizás una de las cosas
más importantes es una buena planificación, que incluya la organización de la
temporada para conseguir los objetivos pretendidos. Si vamos a entrenar a un
equipo del rugby base, es decir, de niñ@s, esta premisa cobra más importancia.
Para empezar no nos podemos permitir no hacerlo, los niñ@s no se merece el
iniciar la temporada sin tener una planificación hecha. Si el equipo con el que
vamos a trabajar es de categoría sénior, también es fundamental la
planificación, pero en el caso de los niñ@s, ell@s están en proceso de
formación y una buena planificación hace que su aprendizaje sea mayor.
Si
la temporada empieza en a finales de agosto o en septiembre es conveniente al
finalizar el mes de julio tener toda la planificación programada. Con ello, lo
que conseguimos es que nada más empezar la temporada, ya se comienza el trabajo
necesario en el equipo, de no hacerlo así, ello significa empezar a destiempo e
iremos a remolque la primera parte de la temporada y ello seguro que influye al
final.
Es
cierto, que sin conocer al equipo, cuando menos es difícil, preparar la
planificación. Podremos recabar la información hablando con el club, jugadores,
padres, etc. El resto de la información necesaria la podremos conseguir cuando comiencen
los entrenamientos.
Cada
entrenador@ tiene sus ideas de cómo y el que entrenar, pero un@ se tiene que
adaptar a la categoría del equipo, cantidad y nivel de los jugador@s, etc. Todo
debe incluirse en la planificación, luego al inicio de la temporada será más
fácil adaptarnos en función de lo que vaya surgiendo a medida que avanza los
meses, además tendremos una guía para ir comprobando si se consiguen los objetivos
que se van marcando.
En
la planificación se debe incluir; puntos fuertes y débiles del equipo (si los
conocemos), según el nivel de los jugador@s, que aspectos del juego queremos
enseñar o potenciar. Objetivos que se quieren conseguir, cuando y como. Si
queremos hacer trabajo psicológico o visualización. Trabajo táctico, sesiones
de video. En definitiva todo aquello que debemos y queremos trabajar.
Si
somos escrupulosos en la planificación y el cumplimiento de la misma, los
resultados serán palpables en poco tiempo, ello repercutirá en el equipo, en el
club y sobre todo en los jugador@s, que cada día serán mejores, y ell@s serán
los primeros que lo agradecerán. También será importante y cuando menos
gratificante para el entrenador@, que su trabajo tenga sus frutos, todo ello,
influirá en su mejora.